Hace miles de años, los humanos domesticaron al gato. En Oriente Próximo, en el antiguo Egipto y más tarde, el gato apareció cerca de los humanos como un depredador que mataba roedores, y con el tiempo entró en los hogares como amigo. La elegancia, la gracia y el comportamiento misterioso de estos animales atrajeron a la gente, y se convirtieron cada vez más en mascotas. Aparecieron nuevas razas. Los propietarios observaron el comportamiento de los gatos y aprendieron a percibir y comprender sus necesidades a un nivel no verbal, porque cada movimiento que hace un gato significa algo: una cola levantada o bajada, una mirada, la dirección de sus orejas, un ronroneo, un maullido, un movimiento, y muchas cosas más.

Los gatos tienen un carácter particular, un temperamento único, que se manifiesta en un apego emocional o una indiferencia hacia su dueño, que no siempre es evidente para éste, aunque en realidad los gatos tienen una gran necesidad de los humanos, e incluso pueden formar un vínculo familiar, como un niño y sus padres.

El comportamiento del animal y su forma de comunicarse pueden contribuir a la comprensión y la confianza mutuas. A veces una mascota hace algo malo, pero ese acto puede ser una demostración de amor. Entonces, ¿cómo sabes si tu gato te quiere?

Señales típicas de amor gatuno

Unas cuantas señales sencillas pueden ayudarte a reconocer el profundo amor que Fluffy siente por ti y a garantizar su lealtad.

La primera señal de confianza y amor es una muestra de afecto físico: saludos ronroneantes, dejarse caer delante de ti y rodar sobre su barriguita, frotarse la cabeza o los costados, ronronear o maullar satisfecho, agarrarse la cola o jugar con tu pelo, lamerte y pisotearte con ternura.

La siguiente manifestación es el lenguaje corporal: las orejas erguidas y la cola estirada verticalmente hacia arriba con la punta curvada indican saludo y buen humor, los ojos entrecerrados o el parpadeo lento como un beso de gato, y una mirada larga de ojos a ojos como señal de confianza.

Y por último, el tiempo que pasan juntos. La cola suele estar cerca, para que estés en su campo de visión: es una garantía de comodidad y seguridad para él. Fluffy puede dormir en tu regazo o en la cama contigo, sentarse contigo delante del ordenador con interés o intentar ayudarte en las tareas domésticas. El mayor signo de confianza es el acicalamiento, cuando las mascotas permiten que sus dueños les peinen, les limpien las orejas, les corten las uñas y les den un baño.

Señales de afecto ocultas y no evidentes

Es difícil comprender el amor y el afecto de un gato por su dueño cuando el comportamiento inadecuado del animal sugiere lo contrario, pero todas estas señales son expresiones de amor:

  • muestra indiferencia, demostrando su independencia;
  • te trae su presa -un ratón, un pájaro o una mariposa- para mostrarte su atención y compartir el «trofeo»;
  • se esconde – no por miedo o aversión, sino para retirarse a un lugar cómodo
  • ignora el tacto – no deja que lo acaricies, o lo evita por completo, sobre todo si siente celos de ti;
  • roe o muerde ligeramente – no por agresividad, sino como juego;
  • araña los muebles para marcar su territorio;
  • una «sorpresa» fuera de la caja de arena es una señal de atención.

Manipulación como instinto

El comportamiento de los gatos suele guiarse por el instinto. La manipulación es una parte natural del comportamiento felino. Socializan rápidamente, son capaces de copiar las maneras de sus amos y se adaptan a distintas situaciones para sacar provecho de su dueño: comida, afecto o juego. Los gatos consiguen lo que quieren manipulando deliberadamente: cambiando las expresiones faciales, mostrando satisfacción, desagrado o indiferencia. Los animales utilizan distintas tácticas o estrategias para conseguir sus fines y pueden adaptar su comportamiento a distintas situaciones y repetirlo a lo largo del tiempo.

La diferencia entre amor y hábito o manipulación

Un peluche de cuatro patas intenta estar cerca, muestra dulzura y ternura, acaricia discretamente y ronronea satisfecho: esto es amor del animal, y cuando un gato exige obstinadamente atención con maullidos molestos, muestra irritación e impaciencia: esto es manipulación. Los gatos utilizan casi 100 formas distintas de maullar, cambiando el tono, la intensidad y la duración del sonido.

Conclusión.

El gato es un animal singularmente extravagante, con naturaleza depredadora, inteligencia, egoísmo y un temperamento particular; forma fácilmente fuertes vínculos sociales con los humanos, percibe instintivamente el estado físico o emocional de su dueño y puede adaptarse a las circunstancias. El comportamiento independiente del gato y su refinada forma de comunicarse con su dueño, su carácter juguetón y su inocente astucia le han granjeado el afecto de la gente.

Los científicos confirman que los gatos tienen un efecto positivo en el bienestar de sus dueños: el ronroneo tiene un efecto terapéutico calmante, la comunicación con el animal ayuda a reducir la hormona del estrés cortisol, y dormir junto a un gato es tranquilo y saludable. Los niños son menos vulnerables a las enfermedades alérgicas en sus primeros años, como sabemos por las publicaciones en el Journal of the American Medical Association. Científicos de la Universidad de Oregón afirman que los gatos necesitan comunicarse con los humanos más de lo que necesitan comer o jugar, así que presta a Fluffy suficiente atención y respeta sus necesidades y hábitos.

A pesar de su independencia, los gatos quieren mucho a sus dueños y se convierten no sólo en mascotas o compañeros, sino en verdaderos amigos.