El otoño es la época en que cambian las temperaturas, aumenta la humedad y los días se acortan. Para los perros, no es solo un cambio de estación, sino una verdadera prueba para su sistema inmunológico. Después del caluroso verano, su organismo se vuelve más vulnerable, y los paseos por parques y bosques húmedos traen nuevos riesgos. En esta temporada son más comunes los resfriados, las alergias, las infecciones parasitarias e incluso los envenenamientos. Las garrapatas, los hongos y las bacterias se vuelven más activas, y las variaciones de temperatura pueden causar enfermedades respiratorias.

Enfermedades otoñales comunes en los perros

Seasonal Canine Illness (SCI). Enfermedad estacional rara pero peligrosa que aparece después de los paseos por el bosque. Síntomas: vómitos, diarrea, dolor abdominal, letargo, fiebre.

Infecciones parasitarias. Incluso en otoño, las garrapatas siguen activas, y con el aumento de la humedad se propagan otros parásitos.

Envenenamientos. Las bellotas, castañas, hongos y restos de plantas podridas pueden causar graves intoxicaciones.

Infecciones respiratorias. Las bajas temperaturas, la lluvia y las corrientes de aire provocan tos, secreción nasal y bronquitis.

Enfermedades cutáneas. La suciedad y la humedad pueden causar irritaciones, grietas, dermatitis o infecciones por hongos en las patas.

Síntomas a los que hay que prestar atención

Después de los paseos otoñales, observa cualquier cambio en el comportamiento del perro. Si presenta vómitos, diarrea, falta de apetito, letargo, tos o picazón, podría ser un signo de enfermedad estacional. También son alarmantes la fiebre, los temblores, los ojos inflamados o la secreción nasal. No retrases la visita al veterinario, aunque los síntomas parezcan leves — las enfermedades otoñales progresan rápidamente.

Cómo proteger a tu perro en otoño

Para que tu mascota se sienta bien en otoño, combina cuidado, atención y prevención. Después de cada paseo, limpia siempre el pelaje y las patas para evitar irritaciones e infecciones por hongos. No permitas que recoja bellotas, castañas o setas del suelo, ya que pueden ser tóxicas. La protección contra las garrapatas sigue siendo importante incluso en otoño, porque los parásitos permanecen activos hasta las primeras heladas. Si tu perro se moja, sécalo con secador y asegúrate de que no se acueste sobre el suelo frío. Añade comidas calientes y vitaminas a su dieta para fortalecer su sistema inmunitario, y no olvides las revisiones veterinarias periódicas. Con cuidado constante y atención, tu perro podrá disfrutar del otoño con salud, energía y un pelaje brillante.