Cuando vemos una película y admiramos un adorable perro pastor, un alegre terrier o un majestuoso San Bernardo, no siempre nos damos cuenta del trabajo que hay detrás de su imagen. Nuestros animales favoritos de las películas SIEMPRE tienen un aspecto impecable. Y detrás de ello se esconde el arte del acicalamiento, que en el cine tiene sus propias reglas, tradiciones e incluso una «moda cinematográfica». Echemos un vistazo entre bastidores y descubramos qué papel desempeña el peluquero en la creación de la belleza en la pantalla.
Preparación de los animales para el rodaje: acicalamiento según el guión: acicalamiento según el guión.
Igual que un actor se prepara para un papel, un animal filmado debe ajustarse a la visión del director. Esto significa un corte de pelo, un color, una textura e incluso una «expresión» adecuados. Si el perro tiene que parecer entrañable, su pelaje se deja un poco despeinado o suave. Si el héroe es serio o amenazador, el peluquero crea una silueta estricta, acentuando las líneas del hocico o la postura. A veces es necesario imitar la «falta de aseo» o la «edad» del perro, y otras, hacer que un cachorro joven sea visualmente mayor para que coincida con la idea de la escena. Y todo ello sin dañar al animal.
A menudo, el peluquero trabaja con el diseñador de atrezzo y vestuario para crear una imagen coherente. Por ejemplo, el pelaje del perro puede pintarse artificialmente con pintura ambiental, recortarse con un estilo retro o realzarse con joyas, todo ello para que coincida con la época, el género o el ambiente de la escena. Esta preparación lleva horas y, en algunos casos, incluso días, cuando se trata de series de TV o proyectos cinematográficos a gran escala.
Cómo la apariencia de un perro crea su «papel» en una película.
En el cine, la apariencia es un lenguaje. Y los perros, como los actores, «hablan» con su aspecto. Acicalar a los perros ayuda a poner al espectador en situación de inmediato. Imagina un caniche con las patas pulcramente recortadas, nudos y una nube de pelo: incluso antes de la primera palabra, está claro que ante nosotros hay un favorito temperamental o un personaje cómico. Y ahora… cambia la imagen por un pelaje desaliñado y liso, y ya tienes una impresión completamente distinta: un perro sin hogar que busca casa. Todo gracias a las manos de un peluquero.
El estilo visual de un perro a menudo determina el carácter de su protagonista. El Collie de «Lassie» tiene un pelaje perfectamente peinado, una mirada bien cuidada y unos ojos brillantes que se han convertido en un código de amor y confianza. Y en «Marley y yo», el Labrador es todo lo contrario: a menudo tiene un aspecto desaliñado y juguetón, en consonancia con el carácter irreprimible del héroe. Y todo ello es el resultado de un acicalamiento preciso que trabaja codo con codo con el director.
Los «héroes del aseo» más famosos del cine
Algunos héroes del cine entre los animales son memorables precisamente por su imagen. Y en este caso, el peluquero es un auténtico creador de estrellas. Recuerda a la caniche Perdita de «101 dálmatas», que lucía elegante incluso en las escenas estresantes. O el terrier de corte impecable Milla de «La máscara», cuya imagen cómica subrayaba su encanto y carácter.
Otro ejemplo es el perro cómico de «Beethoven», un enorme San Bernardo cuyo pelaje siempre despeinado creaba el efecto de un «caos» constante a su alrededor. Fue el peluquero quien le convirtió en el favorito del público, dejándole el pelaje un poco inestable pero tocable. En «Juguete Adulto» (Best in Show), el acicalamiento se ha convertido en un tema en sí mismo: de forma irónica pero acertada, muestra cómo el aspecto de un animal puede afectar a su «estatus» en el ring o en la vida.
Incluso los personajes de animales animados tienen referencias a cortes de pelo de la vida real. Por ejemplo, las imágenes de perros de dibujos animados de los estudios Pixar o DreamWorks utilizan patrones de acicalamiento de la vida real, hasta en las texturas, las orejas alargadas, los bigotes y las zonas esquiladas.
Una mirada entre bastidores al trabajo de un peluquero en un plató de cine.
Antes de cada toma, el peluquero tiene que restaurar rápidamente la imagen: peinar, quitar los pelos de los ojos, renovar el barniz, dar de beber al perro a tiempo y volver a acostarlo. Y todo esto, bajo presión, calor, gritos y cámaras.
La peluquera del plató es la que mejor conoce el carácter del animal. Percibe cuándo el perro está agotado, cuándo necesita un descanso, y cuándo – con una palabra cariñosa. Y al mismo tiempo, vigilando el encuadre: si el pelo está bien colocado, si no se ve el exceso de luz, si los bigotes no están pegados. Porque un pequeño detalle puede estropear una toma, y habrá que rehacerla.
A menudo, el peluquero trabaja en tándem con un adiestrador, y este equipo es como un director y un cámara: uno da forma al comportamiento, el otro, a la imagen. Gracias a ellos, vemos a los rabos exactamente como queremos verlos: encantadores, ingeniosos, elegantes y verdaderos héroes del cine.
Conclusión
El acicalamiento en el cine afecta a la profundidad de la imagen, a la atmósfera emocional de la escena e incluso al contenido de la película. Es una tarea invisible pero extremadamente importante que permite a los animales «hablar» el lenguaje de la película. Y el peluquero es quien da a los personajes pelo, bigotes, estilo y confianza ante la cámara. Porque en el mundo de las grandes películas, hasta la cola tiene que estar en forma.
¿Has pensado alguna vez en el hecho de que el groomer prapatsyuvalu con el animal, que vemos en los fotogramas de la película 😉 .