Causas del comportamiento agresivo durante la peluquería canina

Un perro que de repente chasquea los dientes o incluso intenta morder al peluquero durante un corte de pelo no siempre es un «animal problemático». Muy a menudo, la agresividad es la única defensa del perro cuando se encuentra en una situación estresante. Imagínate en el lugar de tu perro: un lugar desconocido, olores extraños, el ruido de una máquina ruidosa, el contacto con partes sensibles del cuerpo. Si la experiencia de acicalamiento ha sido dolorosa o demasiado dura en el pasado, el animal recordará que debe defenderse.

El miedo suele provocar agresividad durante el corte de pelo, sobre todo en perros que no han sido socializados desde la infancia. No están acostumbrados a que alguien les toque las patas, las orejas o el hocico. En este caso, incluso un ligero roce puede provocar un ataque de pánico. Otra causa es el dolor físico: pelaje enmarañado, irritaciones cutáneas, artritis o incluso heridas antiguas. Y cuando unas tijeras o una máquina tocan la zona dolorida, el perro reacciona al instante mordiendo. Otro detalle importante es el comportamiento protector. Algunos perros simplemente no dejan que les toques la cola, las patas u otras partes del cuerpo que consideran «su territorio». Esto no es un capricho: es instinto.

¿Cómo reaccionar correctamente ante un comportamiento mordedor y evitarlo?

El peluquero tiene que ser un auténtico «psicólogo» de los animales. Cuando un perro muerde, lo más importante es no ceder a la emoción. Los gritos o los movimientos bruscos sólo pueden empeorar la situación. Al contrario, la calma, la dulzura y la coherencia dan una oportunidad a la confianza. Es importante aprender a reconocer el lenguaje corporal: la postura tensa, las sacudidas, lamerse la nariz con frecuencia y ponerse rígido son señales de que el animal está nervioso.

En algunos casos, el uso del bozal ayuda, pero no como castigo, sino como medida de seguridad. Es importante elegir el modelo adecuado, uno que no oprima pero que tampoco permita morder.

También funciona muy bien para atraer al dueño, si el perro se comporta más tranquilamente en su presencia. Y aún mejor: haz visitas preliminares de familiarización a la peluquería, sin acicalamiento: sólo deja que huelan las herramientas, observen a los demás, coman una golosina. Esto ayuda a romper el miedo.

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Trabajar con un perro agresivo: una estrategia de adaptación a largo plazo.

No puedes cambiar el comportamiento de un perro con un solo corte de pelo, pero se puede corregir con el tiempo si lo haces bien. El acicalamiento debe pasar de ser un «peligro» a una «rutina». Aquí es importante una estrategia de pequeños pasos. Si el animal tiene miedo de tocarse las patas, la primera sesión puede consistir sólo en cepillar el cuerpo, y en la siguiente el peluquero pasará gradualmente a las extremidades.

El juego y la positividad son armas poderosas. Muchos perros se comportan mejor si el peluquero les da la oportunidad de jugar con su juguete favorito antes del tratamiento o les da una golosina para calmarlos. Y aún mejor si el peluquero trabaja conjuntamente con el dueño o el peluquero canino desde el principio, formando nuevas asociaciones con el perro. En lugar de dolor, placer. En vez de miedo, confianza. A menudo ocurre que, tras unas cuantas sesiones, el mismo perro que mordía por primera vez empieza a confiar en el peluquero e incluso se queda dormido durante el peinado.

En V.O.G DOG SALON, los dueños saben cómo ayudar en lugar de castigar. Porque no se puede cambiar a un perro por coacción, sino con paciencia, amor y profesionalidad.

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