Los dueños de perros pueden observar una característica interesante en sus mascotas. Algunos perros tiemblan, empezando por la punta de la cola y terminando con la nariz húmeda. ¿Por qué tiembla un perro? Hay factores fisiológicos y psicológicos, así como enfermedades, que son responsables de esta peculiaridad. Conviene saber cuándo hay que preocuparse y cuándo acariciar y calmar al perro.

¿Puede fingir un perro?

De hecho, los temblores de un perro pueden deberse a un deseo de interesar al dueño. Los perros pueden reclamar atención ladrando, chillando, moviendo el rabo y, en algunos casos, temblando. Si sabe que reaccionas así ante él, el temblor puede convertirse en un signo constante del comportamiento canino. ¿Qué puedes hacer en este caso? Ignorar el drama canino para no reforzar sus manifestaciones. Pero es más fácil trabajar en la formación del carácter de un perro durante la infancia. Si el cachorro es adulto, necesitarás consultar a un especialista en comportamiento canino.

Causas psicológicas

La causa más común de los temblores es el miedo. Los perros son criaturas sensibles y reaccionan de forma aguda a los sonidos fuertes (truenos, disparos, fuegos artificiales). A personas nuevas, lugares desconocidos o zonas que tienen una coloración negativa en la memoria del perro. El estrés hace que los músculos se estiren excesivamente y empiecen a contraerse. El perro pliega las orejas, arquea la espalda, puede tumbarse en el suelo y abre mucho los ojos. Tu mascota está asustada y tienes que calmarla. Habla primero con el perro, acarícialo y luego llévalo a un lugar seguro o a casa. Los perros pueden ponerse nerviosos y ansiosos cuando te echan de menos. ¿Llevas mucho tiempo juntándote con un amigo? El temblor de un perro indica lo contento que está de verte. Un amigo humano emocional es el chihuahua, que tiembla cuando se encuentra con su dueño tras una larga separación.

Causas fisiológicas

frío

El frío en el patio no sólo hace temblar a las personas, sino también a los perros. Los perros tienen una temperatura corporal más alta que los humanos (37,4-37,5 a 39 grados) y su metabolismo se acelera en consecuencia. Si un perro tiene frío, empieza a producir más calor. Los músculos empiezan a contraerse rápidamente y los canes empiezan a hacer tictac. Cuando un perro tiene frío, es mejor que se vaya a casa y entre en calor. Un enfriamiento excesivo puede provocar dolor en las articulaciones y debilidad en las patas. Por eso debes comprar ropa de abrigo para perros pequeños de pelo corto o para personas alérgicas y débiles.

Agotamiento físico

El uso intenso de los músculos provoca temblores. Tras un paseo enérgico y un juego activo, los perros pueden tener las patas temblorosas. Se trata de un fenómeno temporal que pasará rápidamente tras descansar en un lugar cálido. El descanso y el agua son necesarios para restablecer el equilibrio hídrico del organismo.

Cambios relacionados con la edad

La vejez pasa factura a la salud del perro. La debilidad del cuerpo y la inflamación de las articulaciones hacen que las patas tiemblen. El dolor impide que el perro se mueva y prefiere descansar la mayor parte del tiempo. Esto puede provocar osteatritis, que suele afectar a razas grandes como los labradores, los perros pastores y los San Bernardos. El perro tiembla, está triste y evita moverse. El veterinario prescribe analgésicos, sesiones de fisioterapia y control del peso. A partir de los 7-10 años, los perros pueden desarrollar temblor idiopático. Se trata de contracciones musculares regulares sin causa evidente. El síntoma no puede curarse, pero con ayuda de medicación se reduce el efecto sobre el bienestar del perro.

Problemas de salud

Enfermedades neurológicas

El sistema nervioso del cuerpo es una estructura compleja mediante la cual los perros controlan sus movimientos. Si el perro tiene temblores, entumecimiento en las patas y problemas de coordinación, debe ser examinado por un veterinario.

  • La epilepsia es un trastorno neurológico que consiste en convulsiones recurrentes causadas por un mal funcionamiento temporal de las células cerebrales. Es el trastorno neurológico más frecuente, y afecta al 2% de los perros de todas las edades. Durante una convulsión, el perro cae hacia atrás, sus músculos se contraen y sus patas se crispan. Tras un ataque, el animal puede estar desorientado y ser incapaz de levantarse durante varios minutos. El tratamiento de la epilepsia en perros consiste en reducir la frecuencia y gravedad de las crisis. Esto incluye medicación como anticonvulsivantes y benzodiacepinas, una dieta adecuada y el control del estrés.
  • La mielopatía es una enfermedad de la médula espinal de diversas etiologías. Puede ir acompañada de enfermedades como osteocondrosis, espondilolistesis, patologías vasculares y lesiones de la médula espinal. Provoca debilidad en las patas traseras y temblores. Se trata con fármacos antiinflamatorios y analgésicos, y también es posible la cirugía.
  • Ataxia – trastorno de la coordinación de los movimientos voluntarios, debido a lesiones cerebelosas. Se acompaña de alteraciones del equilibrio y de la capacidad de estimar la distancia de los movimientos. El perro no puede mantenerse en pie, tiembla y se cae. La ataxia puede ser congénita o adquirida, por ejemplo tras un traumatismo. Se prescriben necesariamente preparados farmacéuticos y vitamina E.
  • El síndrome de temblor generalizado es un temblor en los perros causado por una inflamación del cerebro y la médula espinal. La enfermedad es idiopática, lo que significa que no se ha identificado ninguna causa. El síndrome se descubrió por primera vez en el caniche boloñés y maltés, lo que le dio el nombre de «síndrome del temblor del perro blanco». El tratamiento consiste en esteroides que suprimen el sistema inmunitario.

Los problemas neurológicos requieren un historial detallado, un examen clínico y un diagnóstico (resonancia magnética, tomografía computarizada). No dudes en consultar a un veterinario si los temblores de tu perro van acompañados de una pérdida de control corporal.

Envenenamiento

La intoxicación alimentaria en perros es la forma más común de envenenamiento, pero también puede producirse intoxicación química y por fármacos. En casos raros, el veneno puede entrar por las vías respiratorias o la piel. Debes estar especialmente atento cuando estés al aire libre, porque es donde se encuentran los mayores peligros. Comida estropeada desechada, cebos para perros callejeros, plantas venenosas: azaleas, rododendros… Medicamentos y productos químicos en casa, alimentos tóxicos para los perros: aguacates, chocolate, nueces de macadamia que puedas esconder. En caso de intoxicación alimentaria, pueden observarse temblores, aumento de la salivación, vómitos, debilidad y diarrea. Debe administrarse al perro un adsorbente como el carbón activado (10 comprimidos por cada 0,5 vasos de agua) y consultar a un veterinario. Las convulsiones, la formación de espuma por la boca, las pupilas dilatadas y la pérdida de consciencia indican envenenamiento químico. Retrasar el viaje a la clínica puede provocar la pérdida de tu amigo. Los trastornos del movimiento, los temblores y un ritmo cardiaco rápido o lento son signos de intoxicación medicamentosa. En todos los casos de intoxicación, no provoques el vómito ni el lavado gástrico sin autorización del veterinario, pues las sustancias tóxicas pueden dañar el esófago y las mucosas.

Trastornos metabólicos

La hipoglucemia es una afección derivada de un trastorno metabólico y se refiere a un nivel bajo de azúcar en la sangre. La glucosa es un indicador de los niveles de energía y actividad. Si un perro padece esta afección, mostrará pérdida de coordinación, espasmos musculares, temblores y debilidad. La mayoría de las hipoglucemias son propias de razas pequeñas: yorkshire terriers, o perros con diabetes. Si no se trata al perro, puede producirse pérdida de conocimiento y coma. Si se sospecha la enfermedad, deben realizarse análisis de glucosa en sangre.

Cuándo es el momento de consultar a un veterinario

Cuando un perro tiembla sin motivo aparente, por frío o miedo, debes tener cuidado de que no haya otros cambios en su comportamiento. Debilidad corporal, dolor de estómago, aumento de la salivación, cuando el perro tiembla y está aletargado mala orientación en el espacio, el perro tiembla y respira con frecuencia, ataques epilépticos son motivos para ponerse en contacto con el veterinario inmediatamente. Los temblores musculares pueden ser peligrosos e indicar enfermedades neurológicas, trastornos metabólicos o envenenamiento. Sólo un especialista experimentado puede determinar la causa. Recuerda que la salud de tu mascota depende de tu cuidado y responsabilidad.