Los Sphynx son una de esas razas que no pueden confundirse con ninguna otra. Su historia comenzó con una mutación natural, cuando gatos domésticos corrientes dieron a luz gatitos sin pelo. Esta característica fue tan impresionante que los criadores de Canadá y Estados Unidos decidieron convertir esta línea en una raza por derecho propio. El resultado es el Sphynx canadiense, un gato que encarna a la perfección el concepto de «desnudo» en el mundo animal. La piel desnuda sustituye a la lana, los pliegues añaden relieve y cada curva del cuerpo se hace visible, como en una escultura. Por eso las esfinges parecen abiertas, vivas, casi humanas en su indefensión y expresión. Sus grandes orejas, ojos almendrados y plumón aterciopelado o ausencia total de pelaje crean la imagen de una criatura que parece a la vez extraterrestre y muy cálida. La raza tiene distintos grados de «santidad», desde completamente liso hasta suave melocotón, y todas las coloraciones que estamos acostumbrados a ver en los gatos se encuentran en el patrón de la piel del Sphynx.
Carácter esfinge
Cualquiera que haya tratado con esfinges al menos una vez te dirá una cosa: no es sólo un gato. Es una emoción por derecho propio. Las esfinges son increíblemente sociables, viven literalmente al lado de una persona, no por instinto, sino porque quieren. Siempre están ahí, siempre en tus brazos, siempre deseando calor y atención. Son gatos que duermen bajo la manta, te miran a los ojos, «hablan» con sus divertidas entonaciones y reaccionan al estado de ánimo de su dueño. Su comportamiento suele parecerse al de un perro: caminan con la cola, juegan y se ponen tristes cuando se quedan solos. Los esfinge son muy inteligentes y fáciles de adiestrar, pero al mismo tiempo emocionales: su apego a los humanos es tan fuerte que literalmente necesitan estar ahí.
Cuidado de los Sphynx
A pesar del aspecto minimalista del Sphynx, su aseo es más complicado que el de la mayoría de las razas peludas. La ausencia de pelaje significa que todo el trabajo de la piel -sebo, intercambio de calor, defensa- se muestra lo más abiertamente posible. Por eso hay que bañar regularmente a un esfinge, limpiarle la piel de secreciones y acicalarle cuidadosamente las orejas, los ojos y las garras. Su piel es delicada, caliente y se ensucia rápidamente, por lo que lo normal es bañarlos una vez cada 7 o 10 días. Debido a la ausencia de pestañas, sus ojos pueden lagrimear y sus orejas acumulan secreciones más rápidamente que los gatos normales. Los Sphynx son muy sensibles a la temperatura: se congelan a la menor brisa, buscan lugares cálidos, les gusta llevar ropa y a menudo se calientan en brazos de alguien. Pero el sol también es peligroso para ellos: pueden quemarse la piel, así que hay que tener cuidado. Su vida es un mundo aparte, hecha de cálidos plaids, casas mullidas y camas limpias, que hay que lavar más a menudo que los gatos normales, pues la piel de la esfinge deja una marca característica. También hay que controlar la alimentación: las esfinges son muy enérgicas y tienen mucho apetito, por lo que tienden a comer en exceso.

Salud de los Sphynx
Los esfinge son una raza que requiere un cuidadoso control sanitario. Lo más importante son las revisiones cardíacas periódicas, ya que son los más afectados por el HCMP, por lo que los criadores responsables se preocupan de hacer pruebas a los padres. También hay que vigilar la piel: el acné, la irritación, la sequedad excesiva o la untuosidad pueden aparecer en distintos momentos de la vida. Los esfínx reaccionan rápidamente a los cambios de temperatura, por lo que el contenido debe ser estable y confortable. En general, un esfinge sano llevará una vida larga y activa si se satisfacen sistemáticamente todas sus necesidades de cuidados.
Aseo del esfinge
El acicalamiento profesional es especialmente beneficioso para esta raza. En la peluquería, los peluqueros bañan suavemente con productos suaves, limpian la piel, trabajan las orejas y los ojos, y arañan, todo a fondo y con seguridad. Los champús profesionales proporcionan a la piel una hidratación uniforme, alivian el exceso de sebo y evitan las irritaciones. Es una gran ayuda para los propietarios, porque a veces el acicalamiento en casa puede ser difícil, sobre todo si al gato no le gusta bañarse o no deja que le limpies las orejas. Un buen aseo puede ayudar a tu Sphynx a tener un aspecto cuidado, mantener una piel sana y evitar pequeños problemas dermatológicos.


Ventajas e inconvenientes
Los esfínx dan calor en el sentido más estricto de la palabra: sus cuerpos son más cálidos, buscan el contacto, miran directamente al alma y prestan a la persona toda su atención. Son únicos, carismáticos, fotogénicos y extremadamente abiertos. Pero esta raza tiene sus exigencias: baños regulares, cuidado obligatorio de la piel y las orejas, control de la temperatura y atención a la salud. No son adecuados para los que quieren un «gato para ellos solos», ya que el esfinge es un gato que vive cerca de ti todos los días, exigiendo reciprocidad.



