El mundo de los animales siempre nos ha sorprendido por su diversidad. Estamos acostumbrados a ver belleza en criaturas familiares, pero las hay que, a primera vista, parecen extrañas o incluso feas. Provocan emociones encontradas, pero merece la pena mirarlas más de cerca, y se revela su singularidad.
El pez globo
Se le ha llamado el pez más feo del planeta. Una cara triste y un cuerpo gelatinoso han hecho del pez globo un símbolo de las criaturas «feas». Pero en las profundidades del océano, su aspecto es completamente distinto: la elevada presión atmosférica le permite conservar su forma. Sólo se vuelve feo cuando está fuera de su entorno natural, así que toda su «extrañeza» es consecuencia de nuestra intervención.
El excavador desnudo
Un pequeño roedor sin pelo, de piel arrugada y dientes salientes, parece repulsivo. Sin embargo, tiene propiedades únicas: no siente dolor por los ácidos, apenas envejece y vive en una sociedad compleja con una clara división de papeles. Éste es sólo un ejemplo de cómo una apariencia inusual puede ocultar habilidades extraordinarias.
Axolotl
Esta salamandra recibe a menudo el nombre de «eterno adolescente» por su aspecto con branquias plumosas. A algunos les parece extraño y antinatural, pero el ajolote es en realidad una verdadera maravilla de la biología. Es capaz de regenerar no sólo miembros, sino incluso partes del corazón y del cerebro. Su imagen, que algunos consideran fea, para otros parece mágica y fabulosa.
Aye-aye.
Un animal nocturno de ojos grandes, dedos largos y delgados y proporciones extrañas se ha convertido en un símbolo del mal a los ojos de ciertos pueblos locales. Pero en realidad, el aye-aye es un útil «amo del bosque», que regula el número de insectos dañinos. Su apariencia es engañosa, porque desempeña un papel importante en la conservación del ecosistema.
El murciélago pescador
Una criatura marina con labios rojos y un cuerpo que parece más una caricatura que una criatura seria. Se desplaza por el fondo del océano utilizando sus aletas como patas y parece un auténtico bicho raro entre los peces. Su aspecto es ridículo para los humanos, pero es lo que le permite sobrevivir en el complejo mundo marino.
Conclusión
Mirando a estas criaturas, es fácil sacar conclusiones precipitadas y describirlas como feas. Pero la belleza en el mundo natural no tiene normas: está en todas las criaturas, incluso en las más extrañas. Simplemente no se parecen a nosotros, y eso es lo que las hace especiales. Puede que nos parezcan extrañas, pero quién sabe, quizá seamos nosotros los feos para ellas 🙂 .




