A los gatos les encanta la comodidad y la cercanía de sus dueños, y dormir sobre un humano es una de las demostraciones más claras de confianza. Los dueños suelen notar que un gato descansa sobre su pecho, estómago o piernas y puede dormir allí durante horas. Para el propio animal, es calor, calma y sensación de seguridad. ¿Pero es bueno para los humanos?
¿Por qué un gato elige dormir sobre su dueño?
En primer lugar, se trata de un comportamiento instintivo. En la naturaleza, los gatos buscan lugares cálidos para dormir, y el cuerpo de su dueño es el «calentador» ideal. También responden al ritmo de los latidos de su corazón y de su respiración, que crea una sensación de calma. El afecto también desempeña un papel importante: el gato demuestra que considera a la persona como su territorio y al mismo tiempo como su protector. Es un acto de confianza, porque cuando duermen son los más vulnerables, así que se sienten seguros cerca de ellos.
¿Es bueno para el dueño?
Desde un punto de vista emocional, sí. Muchas personas descubren que dormir junto a un gato les proporciona una sensación de confort, reduce los niveles de estrés e incluso les ayuda a conciliar el sueño más rápidamente. Es una especie de terapia de calor y ronroneo. Pero físicamente, no siempre es tan sencillo.
Hay casos de personas que se han despertado sin aliento porque el gato ha estado tumbado sobre su pecho durante mucho tiempo. Si el animal es pesado, puede crear presión en el pecho, dificultando la respiración. Estos momentos no representan una amenaza mortal, pero pueden causar malestar y pánico. Este fenómeno es especialmente característico de los gatos grandes y macizos, que pesan más de 5-6 kilos y a los que les gusta posarse exactamente sobre el pecho.
¿Qué puedes hacer para que el sueño sea seguro y cómodo para ambos?
Lo mejor es dejar que tu gato duerma cerca de ti, pero no sobre tu pecho o tu cara. Puedes colocar una manta caliente junto a una almohada o a los pies de tu gato. Si tu gato insiste siempre en su sitio favorito, es importante que aprendas a moverlo cariñosamente hacia un lado en cuanto sientas presión o incomodidad. De este modo, mantendrás tanto la cercanía como un sueño confortable.
Conclusión
Cuando un gato duerme sobre ti, es agradable y puede ser beneficioso para el estado psicoemocional de una persona. Sin embargo, si el gato es pesado y se tumba sobre tu pecho, a veces puede causar problemas respiratorios. Así que lo mejor es llegar a un compromiso: deja que esté cerca de ti, pero cuida de tu propia comodidad y seguridad.