Hay un número increíble de quesos en el mundo, desde quesos cremosos y delicados hasta quesos curados y afilados. Muchos gatos responden con entusiasmo a este producto: pueden saborear la proteína y la grasa, lo que les atrae más que otras golosinas. Pero la cuestión principal es si es posible dar queso a los gatos y, en caso afirmativo, de qué tipo, ya que no todas las variedades son seguras para la salud del animal.

El queso y los gatos

Los gatos son depredadores por naturaleza, y su aparato digestivo está diseñado para procesar proteínas de origen animal. En la infancia, cuando los gatitos beben la leche de su madre, tienen la enzima lactasa, que les ayuda a digerir la lactosa. Pero a medida que crecen, la producción de esta enzima disminuye, y la mayoría de los gatos adultos son incapaces de digerir correctamente el azúcar de la leche. Como consecuencia, pueden sufrir hinchazón, diarrea o incluso intoxicación tras consumir productos lácteos.

El queso es un producto lácteo concentrado que contiene muchas proteínas, grasa y sal. Y aunque un trozo pequeño puede ser inofensivo, su consumo regular o incontrolado puede causar daños al organismo. Es importante entenderlo: no es comida para gatos, sino un capricho ocasional que debe estar bajo el control del propietario.

¿Qué quesos puedo dar a mi gato?

Hay varios tipos de queso que, en pequeñas dosis, se consideran menos perjudiciales para el organismo felino.

  • Quesosduros (cheddar, gouda, parmesano). Contienen menos lactosa que los quesos blandos porque se someten al proceso de maduración. Sin embargo, sólo pueden darse en trozos muy pequeños, ya que son salados y grasos.

  • Queso fresco o requesóndesnatado. Es la opción más segura entre los productos lácteos, pues su contenido en grasa es relativamente bajo y no está tan concentrado. Los gatos suelen disfrutar comiéndolo, y una pequeña cantidad puede ser incluso útil como fuente de proteínas.

  • Quesos naturales sinaditivos (mozzarella, ricotta en pequeñas porciones). Es importante que no contengan sal, especias ni rellenos.

Incluso los tipos autorizados deben ser un capricho más que parte de la dieta. Es mejor dar un trozo de queso con poca frecuencia, como recompensa por jugar o entrenar.

¿Qué quesos son peligrosos y por qué es mejor evitarlos?

Hay algunas categorías de queso que son totalmente desaconsejables para los gatos y pueden ser perjudiciales.

  • Quesos con moho (Dorbleu, Roquefort, Camembert). Los mohos producen sustancias tóxicas para los animales y pueden provocar intoxicaciones y daños en el hígado y el sistema nervioso.

  • Quesos picantes y salados (brynza, suluguni, feta). Su alto contenido en sal es peligroso para los riñones y el sistema cardiovascular de los gatos.

  • Quesos procesados y ahumados. Contienen gran cantidad de aditivos químicos, aromatizantes y fosfatos, perjudiciales para la digestión y el hígado.

  • Quesos con especias y guarniciones (ajo, cebollas, hierbas, pimientos). El ajo y la cebolla en general son tóxicos para los gatos, y las especias irritan el estómago.

Todas estas opciones pueden causar no sólo problemas digestivos, sino también enfermedades graves si el gato se alimenta regularmente con estos productos.

Conclusión

Si quieres complacer a tu mascota, merece la pena limitarse a un trocito de queso duro o sin grasa, evitando las variedades enmohecidas, saladas o ahumadas. La regla principal para el propietario es que el queso es la excepción, no la norma, en la dieta de un gato. La mejor fuente de proteínas para el animal será siempre la comida cárnica de calidad, y el queso sólo puede utilizarse como un pequeño «extra de vacaciones».