El tétanos es una enfermedad rara pero extremadamente peligrosa causada por la bacteria Clostridium tetani. Sus esporas viven en la tierra, el polvo e incluso en la superficie de los objetos. Entran en el cuerpo del perro a través de heridas como mordeduras, arañazos profundos, pinchazos o cualquier lesión cutánea que haya estado en contacto con la tierra. En un entorno sin aire (una herida profunda con poco oxígeno), las bacterias empiezan a liberar activamente una toxina llamada tetanospasmina. Es esta toxina la que afecta al sistema nervioso, provocando los calambres y espasmos característicos.
A diferencia de muchas otras infecciones, en el tétanos lo peligroso no es la bacteria en sí, sino la toxina, que se propaga rápidamente por el cuerpo y actúa sobre las neuronas. Bloquea las señales inhibitorias del sistema nervioso, provocando una contracción continua y muy dolorosa de los músculos.
Síntomas de la intoxicación por toxina
El tétanos en perros tiene un periodo de incubación de 3-5 días a 3 semanas. Los propietarios no suelen asociar una lesión menor con el desarrollo de una afección grave, por lo que acuden al médico ya cuando aparecen signos evidentes. Estos incluyen
Rigidez de movimiento. El perro empieza a caminar «de madera», con las patas estiradas.
Espasmos mandibulares. Al animal le resulta difícil abrir la boca, lo que le causa problemas para tragar comida y agua.
Convulsiones fuertes. Aparecen tras la menor irritación: un sonido fuerte, una caricia o incluso una luz.
Expresión tensa del hocico. Orejas puntiagudas, ojos muy abiertos, comisuras de los labios «estiradas» en una sonrisa artificial.
Problemas de salivación y deglución. El espasmo de garganta puede hacer que el perro se ahogue.
Problemas respiratorios. En casos graves, los espasmos del diafragma y los músculos del pecho hacen casi imposible la respiración, lo que puede provocar la muerte.
Sin tratamiento, la mayoría de los casos de tétanos acaban trágicamente. Incluso con un tratamiento a tiempo, el pronóstico sigue siendo grave.
Tratamiento y prevención del tétanos en perros
Tratamiento del tétanos
El tratamiento de esta enfermedad es siempre complejo y sólo puede llevarse a cabo en una clínica veterinaria. El autotratamiento en casa es peligroso y no ofrece prácticamente ninguna posibilidad de salvar al perro. Las etapas básicas de la terapia incluyen :
Administración de antitoxina tetánica. Se trata de un anticuerpo que neutraliza la toxina, que aún no ha tenido tiempo de unirse al tejido nervioso. Cuanto antes se administre, mayores serán las posibilidades de éxito.
Antibióticos. Lo más frecuente es utilizar metronidazol para eliminar las bacterias presentes en la herida. En algunos casos, se utilizan penicilinas, pero sólo bajo supervisión médica.
Tratamiento quirúrgico de la herida. Se limpian las zonas afectadas de contaminantes y tejido muerto para detener el crecimiento bacteriano.
Sedantes y relajantes musculares. Alivian los calambres dolorosos y desensibilizan el sistema nervioso.
Asistencia respiratoria. En casos graves, puede ser necesaria la ventilación artificial, ya que los espasmos del diafragma bloquean la respiración natural.
Cuidados intensivos. Esto incluye líquidos intravenosos, anestésicos, control de la temperatura y nutrición especial.
Incluso con un tratamiento completo, la tasa de mortalidad por tétanos en perros sigue siendo alta. Sin embargo, consultar a un veterinario a tiempo aumenta considerablemente las posibilidades de recuperación.
Conclusión
El tétanos se desarrolla rápidamente, y no deben ignorarse sus síntomas. La mejor defensa es tratar correctamente las heridas y prestar especial atención al estado del animal. Si sospechas que tiene tétanos, es importante que te pongas en contacto con un veterinario inmediatamente, porque la vida de tu perro depende de la rapidez con que actúes.