Archie, un pequeño spitz de sólo 7 meses, llegó para su primera peluquería. Tiene un pelaje rojizo-dorado con un hocico oscuro y unas graciosas orejas que le dan un aspecto muy expresivo. El peluquero canino lo trató con delicadeza: lo bañó con un champú suave, lo secó y lo cepilló para darle un brillo esponjoso y sano. Además, le recortó las patas y la zona alrededor del hocico para conseguir un aspecto bien cuidado. Después de este tratamiento, Archie parece muy adulto: bien cuidado y con estilo, listo para conquistar corazones.