Quinn está increíblemente guapo y arreglado después del acicalamiento. Su color chocolate brilla con frescura, y sus patitas blancas en contraste resaltan la elegancia de su figura. El peluquero se ocupó de peinar su espeso pelaje, darle un aspecto pulcro y perfilar su cara para que sus expresivos ojos y su pequeña lengua resulten aún más entrañables.
El acicalamiento ha hecho que su pelaje sea suave y manejable, y la propia Quinn parece alegre y contenta. Su imagen bien cuidada refleja ahora la belleza de la raza y muestra cómo la peluquería profesional puede resaltar el carácter único de cada perro.