La pequeña Busi estaba en la peluquería por primera vez, y empezamos la introducción no con un corte de pelo, sino con confianza. La peluquería adaptada es aquella en la que todo es lento y suave para que el animal se acostumbre a los procedimientos. El peluquero dejó que Busa sintiera las herramientas, se acostumbrara a las manos y a los ruidos, y luego procedió con cuidado a la higiene: patas, orejas, hocico… sin estrés y sin lágrimas. Ésta es una etapa importante para todos los cachorros, ya que este tipo de experiencia forma una actitud tranquila ante los cuidados en el futuro.