El carlino Amur fue a la peluquería canina V.O.G. para un aseo completo. La dueña lo bañó con un champú para pelo corto, lo masajeó mientras lo lavaban, le quitó el exceso de subpelo y lo secó a temperatura controlada. También se limpiaron los pliegues del hocico y las orejas, todo para mantener la piel sana y el pelaje brillante. Cupido se sentía tranquilo y contento, y su limpieza y olor tras el tratamiento simplemente cautivaron a todos los presentes en el salón.