Léon tiene un aspecto pulcro y ordenado después de su corte de pelo. Su pelaje rojo se ha recortado para que conserve su volumen y caída naturales, y su cuerpo ha adquirido una forma regular. El peluquero prestó especial atención a las patas y la cola: han quedado esponjosas y se convierten en un bello acento para la imagen. El perfil trasero es particularmente expresivo: bien definido y simétrico.

El corte de pelo ha realzado la belleza de la raza y ha dado a Leon un aspecto elegante. Su pelaje es ahora fácil de peinar y parece limpio, y el propio perro parece feliz y seguro de sí mismo. Este acicalamiento permite que el Spitz siga siendo esponjoso y pulcro al mismo tiempo, sin perder su encanto especial.