Gofre, que ya tiene 14 años, parece feliz y ordenado después de su corte de pelo. Su ligero pelaje ha sido cuidadosamente recortado, sus patas han adquirido la forma adecuada y su hocico se ha vuelto más expresivo gracias al recorte correcto. El peluquero se aseguró de que el procedimiento fuera lo más suave y cómodo posible para un perro de esta edad.

Después del acicalamiento, Gofres se siente ligero y fresco, su pelaje está ahora limpio, suave y fácil de peinar. Parece feliz, con una sonrisa abierta y una expresión alegre, lo que resulta especialmente conmovedor dada su venerable edad.