Un Maltip llamado Smart acudió al SALÓN PARA PERROS V.O.G. de Kiev para una sesión rutinaria de acicalamiento. Mientras le limaban las uñas, se comportó con calma, se tumbó en la mesa e incluso dormitó un poco: todo un ejemplo de confianza en el amo. El salón utiliza equipos profesionales para tratar las uñas sin estrés ni molestias para el perro. Tras el procedimiento, Smart recibió un ligero peinado, limpieza del pelaje y un spray perfumado para el aseo. Momentos como éste demuestran lo importante que es elegir la peluquería con cuidado, donde se comprende la psicología del animal y se crea una atmósfera de calma.