Los abrigos de los niños se han peinado con cuidado, se ha trabajado con esmero el subpelo y se ha formado una silueta regular y densa sin acortar la longitud. El volumen en el pecho y los flancos es especialmente notable: el pelaje parece lleno, flexible y limpio. El hocico está limpiamente abierto y conserva su forma natural, sin redondeces ni líneas de muñeca. El aspecto general es limpio, denso y lo más natural posible para un Spitz tras un acicalamiento profesional.