El perro estuvo tumbado durante la mayor parte del procedimiento, por lo que el peluquero tuvo que trabajar en una posición modificada, levantando las patas y ajustando la posición para conseguir un resultado pulcro. A pesar de ello, la forma del corte de pelo siguió siendo regular, el hocico estaba abierto y el pelaje se perfiló limpiamente sin sobrecargarse. El vídeo muestra claramente cómo es el resultado, incluso en condiciones poco normales.